lunes, 17 de diciembre de 2007

Navidad, Navidad (revival)

Cuando recién comencé a escribir en este blog, hacen ya dos años, escribí esta historia real de navidad, que en su momento pasó sin pena ni gloria. En ese entonces, eran pocos los que me visitaban.
Incluso, a modo de gancho y para mantener el suspenso, la historia la publiqué en dos capítulos (aquí el primero, y por acá el segundo). Pero de nada sirvió.
Aún así, opino que la historia era buena. Por eso, y aprovechando además los aires navideños que corren por estos días, estoy dispuesto a darle una segunda oportunidad y hacer un revival (además es entretenido re-leerse uno mismo a la distancia del tiempo).
Y decía más o menos así (va con comentarios 2007):

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Cambio de planes: una historia de navidad
Desde la fecha que escribí el último mensaje sobre los desafíos de la segunda vuelta para asegurar el triunfo de Michelle Bachelet, el escenario político, a mi parecer, ha ido evolucionando para mejor, hasta el punto que los dos principales periódicos del país -La Tercera y El Mercurio, ambos de derecha- publicaron el domingo encuestas que daban como claro perdedor a Piñera. Por cierto, el "decano de la prensa nacional" manipuló los titulares de la noticia para hacer parecer que habría un "empate técnico" entre ambos candidatos...

Las tareas se han hecho bien, la Concertación y grupos importantes de la izquierda extra-parlamentaria están movilizados en pleno, y Piñera ha ido de más a menos, como se vio en el debate presidencial del pasado miércoles 4 de enero. Si bien por cierto no hay que relajarse, pues falta aún lo más importante (ir a votar el domingo 15 por Michelle) esto ha modificado mi plan original (otra vez, esto al parecer es una constante, si no lean el primer párrafo de mi mensaje inaugural en la blogosfera !!)

No haré ningún pronóstico pre-electoral y volveré en cambio con un análisis del escenario político post-15 de enero, cuando ya tengamos a la primera mujer Presidente de la República de nuestra historia.
(Comentario 2007: bueno, en ese momento estábamos en plenas elecciones presidenciales, si la hubiera escrito hoy, creo que me habría ahorrado toda esta introducción)
¿Y a qué viene la foto, se dirán ustedes? Esta es la historia que hoy quiero contarles.

Todo comenzó cuando a mediados de diciembre, sentado yo en mi escritorio de la pega, suena el teléfono.

- "Aló, ¿con Pablo Morris?" me habló una voz femenina.
- "Sí, con él", contesté.
- "Te estamos llamando de Recursos Humanos... para hacerte una consulta".

Durante los puntos suspensivos mi sorpresa iba en aumento, ¿qué misteriosa noticia tendría que comunicarme esta persona?

(Comentario 2007: claro, uno se imagina desde lo peor, "sobre azul", hasta lo mejor, "hemos decidido premiarte y ascenderte por tu desempeño" :) ...)

- "Cuéntame, ¿sobre qué sería?", le dije.
- "¿Tú cantas, no es cierto?

Mi sorpresa seguía creciendo, aunque no me molestó para nada que me identificaran por mi gusto por la música y especialmente por cantar.

-"Bueno sí, efectivamente yo canto... ¿por qué?, ¿de qué se trata?", fue mi respuesta casi instantánea a la voz que tenía al otro lado de la línea telefónica.
-"Lo que pasa es que todos los años en vísperas de navidad, en la compañía hay un coro de un Área que se reúne a cantar villancicos para todos los funcionarios. Este año queremos reforzar el coro con gente nueva de otras Áreas y hemos pensado en tí".

(Comentario 2007: a lo mejor en el texto no se captura, pero no se imaginan la sorpresa de este llamado, nueve de la mañana, me preguntan si canto y me invitan a cantar villancicos...)

Terminada esta frase, hasta el momento la más larga de todo este inesperado diálogo, en cosa de segundos dos imágenes pasaron como relámpagos por mi mente. La primera, de septiembre de 1982. Un grupo de nuevos amigos y amigas chilenas, todos vecinos del barrio de Chorrillos, Viña del Mar, donde vivían mis abuelos nos dejan por debajo de la puerta de la casa una especie de invitación con un dibujo de un niño y una niña sonrientes, entrando a un templo religioso, y con un texto que decía "Pablo y Eli van a misa, los esperamos".

La segunda imagen es de fines de enero de 1993. Al terminar los Trabajos de Verano organizados ese año por la FEUC en la novena región, una compañera de mi comunidad con la que habíamos hecho buenas migas ("la Coco") me regala un cassette de música, en cuyo interior escrito a mano se leía el siguiente mensaje: "Pablo, se nota que el flaquito late en tí".

(Comentario 2007: esto de que "el flaquito vive en mí" me da risa cada vez que me acuerdo, porque como no soy católico, cuando lo leí no entendí quien era el flaquito)

Probablemente esto no sea nada espectacular, si no es por que yo no soy católico y porque nunca tuve ni he tenido formación religiosa alguna, hasta el punto que -aunque muchos amigos míos se ríen o no les cabe en la cabeza- nunca en la vida he leído la Biblia. Entonces, ante tamañas invitaciones a abrir mi corazón al Señor, no es que me produjeran rechazo, sino que me ocurría algo más básico: no entendía ni jota de lo que me estaban hablando...

Esperé un segundo y le respondí a mi interlocutora:

-"Sí, por supuesto, no hay problema... sólo que espero que sean canciones que me sepa".
-"No te preocupes, tendremos una carpeta con las letras de las canciones impresas, muchas gracias, te pasaste. Te aviso cuando sean los ensayos", me respondió y con eso cerramos la conversación.

Y así vinieron varios días de ensayos y luego, el 22 de diciembre, la gran actuación gran, ante las máximas autoridades y todos los funcionarios -de planta y subcontratistas, ahora que está de moda- de mi pega, todos disfrutando y coreando al unísono las alabanzas al niño que nació en Belén, los recuerdos de los pastorcillos que querían ver a su Rey, historias extrañas como la de los peces en el río que bebían por ver a Dios nacido y otros versos relacionados.

(Comentario 2007: y en el público estaban entre los cerca de 200 funcionarios, un actual ministro, un ex-ministro y subsecretario, y un actual director de una gran empresa pública, lo que le daba a toda esta escena un aire más surrealista para mí)

Sí, me sentí un poco raro entonando estas canciones. Recordaba que siempre de niño me gustó la navidad y sus canciones, sólo que en Alemania el himno principal decía algo tan neutro como "Oh Tannenbaum, Oh Tannenbaum, wie grün sind deine blätter" (traducción literal, algo así como: "Oh Pino, Oh Pino, qué verdes son tus hojas"). Pero también me sentí algo reconfortado por poder participar, considerando además que -paradojas de la vida- hubo varios católicos que recibieron la misma llamada pero se excusaron de participar, mientras yo - el ateo oculto- accedía a colaborar.

Así comenzó mi navidad, con algo que para el 80% o quizás el 90% de los chilenos no tiene nada del otro mundo, pero que para mi fue una verdadera experiencia novedosa y revolucionaria en mi vida.

(Comentario 2007: bueno, y de aquí para adelante también se debe leer en el contexto político de ese momento, creo que ahora sólo hubiera relatado la historia en sí)

Un amigo me preguntaba cómo se iba a vincular el final de esta historia con la coyuntura política actual. Lamento desilusionarlo: no se relaciona de ningún modo... o tal vez sí. Pensándolo bien, siento que en la idea de país de Michelle Bachelet hay cabida para cosas raras, ideas alejadas del sentido común, enfoques poco convencionales como la de esta historia. En cambio, Sebastián Piñera y la derecha tal vez se reirían con esta historia o no la entenderían, porque en su visión de mundo las cosas sólo pueden ser en blanco y negro. Pero pensándolo bien de nuevo, tal vez esto sea estirar demasiado el chicle, no sé...

¿Alguno de ustedes ha tenido navidades diferentes o extrañas?

(Comentario 2007: Feliz Navidad !)